DHANA Y LA HISTORIA DE LA MONEDA
La palabra “moneda” proviene del griego monytes,
que significa indicador, es decir algo que representa otra cosa.
Con la palabra moneda se entiende
cualquier medio de cambio que sea generalmente aceptado de pago para bienes y
servicios y para extinguir deudas.
Además la moneda sirve como medida de
valor.
El número de unidades de moneda
requeridas para adquirir un producto es el precio del proprio producto.
Sin embargo, la unidad de moneda
elegida como medida del valor no ha necesariamente de ser utilizada como medio
de cambio.
Por ejemplo, durante el período
colonial en Norteamérica, la esterlina inglés servía de unidad de medida del
valor en cambio la divisa española era un importante medio de cambio.
Antes de la introducción del Euro, en
los Países de la Comunidad Económica Europea, el ECU (Unidad de cuenta europea)
fue utilizada como unidad de medida del valor en cambio las monedas de los
varios países y el Dólar eran utilizados como medios de cambio.
TRUEQUE
Antes de la moneda, los cambios de mercancía ocurrían a
través de trueque.
El trueque es el cambio de bienes por otros bienes: los
bienes que excedían las normales necesidades eran cambiados por otros bienes
necesarios para vivir. El límite del trueque consistía en la dificultad de
encuentro entre individuos con excedentes recíprocos y faltas de bienes a
cambiar.
LA MONEDA-MERCANCÍA
Para superar los límites del trueque, hace más de tres mil
años los pueblos primitivos empezaron a cambiar bienes por monedas naturales.
Las monedas naturales eran objetos convencionales que
representaban la medida de valor de los bienes intercambiados: antes conchas,
abalorios, colmillos de elefante, pieles, cueros, ganado; luego objetos de
hierro, bronce, oro plata y cobre.
Miniaturas de cuchillos de bronce, hachas y otras
herramientas utilizadas para reemplazar a las hierramentas verdaderas, que
servían de medio de cambio, circulaban en China hace más de tres mil años.
En cierto momento fueron acuñadas anillas y planchas de
metal en que, en lugar del bien que representaban, se indicó una cantidad.
Así nace la primera moneda-mercancía moderna.
La moneda-mercancía es un objeto que tiene un su valor
intrínseco (con respecto de la rareza del material) y que puede ser cambiado
por cualquier bien.
De ordinario, el valor de la moneda-mercancía es más o menos
igual al del material contenido en ésta.
Los principales materiales utilizados para este tipo de
moneda fueron oro, plata y cobre.
Las monedas, acuñadas con una aleación natural de oro y
plata, aparecieron hace casi 3.700 años en el distrito de Lidia, en Asia Menor.
Según la leyenda fue Creso, rey de Lidia (región de la
actual Turquía), el primero que adoptó la técnica de la acuñación.
Las monedas eran los didracmas de oro y de plata (veinte
piezas de plata equivalían a una de oro).
Se trataba de un tipo de moneda-mercancía
con un valor determinado por su contenido metálico.
Las monedas proliferaron rápidamente en
todos los países más desarrollados del mundo.
Monarcas, aristócratas, ciudades y instituciones empezaron a
acuñar monedas con su sello identificativo para certificar la autenticidad del
valor metálico de la moneda.
Algunas de las primeras monedas tenían una composición muy
estable.
El dracma emitido en Atenas hace más de 3.600 años mantuvo
un contenido relativamente estable de 65-67 granos de plata fina; la quian
(contante) moneda china de cobre aparecida hace 3.400 años se mantuvo como
moneda oficial durante dos mil años.
Las monedas metálicas venían acuñadas por una ceca de
propriedad de los poseedores de los metales o de los poderosos (emperadores,
reyes, feudatarios pero también repúblicas y comunas).
Las monedas a menudo venían limadas por los poseedores, que
con este engaño daban de pago monedas que parecían de cierto valor pero en realidad
tenían un contenido de metal inferior a aquello acuñado por las cecas y
indicado en las proprias monedas.
Por su parte, las autoridades emisoras estaban tentadas a
rebajar el contendo metálico de las monedas que acuñaban para realizar
ganancias mayores. Las monedas de baja calidad de bronce o cobre eran , de
hecho, dinero fiduciario, porque su valor dependía principalmente del número de
monedas de oro o cobre por las que se podían intercambiar.
Las monedas de oro y de plata solían circular fuera del país
que las emitía dado su valor intrínseco: así el peso de plata español se
convirtió en moneda de uso corriente en China a partir del siglo XVI.
Una vez creadas, las monedas originaron un sistema monetario
cuyas características han permanecido, en esencia, constantes durante milenios;
uno de los cambios que ha perdurado fue la introducción, en las monedas
europeas del siglo XVII, de las ranuras en los bordes con el fin de evitar que
se limasen. El papel moneda fue introducido por primera vez en China, en torno
al siglo IX, como dinero en efectivo intercambiable por certificados emitidos
para el gobierno de la dinastía Tang por los bancos privados
Después de la caída del Imperio Romano de Occidente
disminuyó la circulación de las monedas y el oro empezó a escasear.
En el siglo VII Carlomagno estableció que la moneda oficial del Sacro
Romano Imperio fuera el dinero de plata.
Después del año mil, el oro empezó a
circular de nuevo y con el descubrimiento de América (1492) hubo un nuevo flujo
de metales preciosos en Europa.
Mientras en los Países Bajos nacía el
primero banco nacional y aparecía la mecanización de la acuñación del dinero,
España hacía llegar de las colonias considerables cantidades de oro, causando
un aumento de los precios y una disminución del valor del oro.
Era la primera forma de inflación.
LA FACTURA CHEQUE
Aún antes de la moneda-mercancía existió la
factura cheque.
Hace más de 4.500 años existía en las ciudades del valle del
Tigris y del Eufrates, en las del Indo y en las del Nilo un tipo de moneda muy
especial.
Las gentes traían la
parte sobrante de sus productos a los templos de las ciudades amuralladas. Allá
los sacerdotes-contables abrían una cuenta corriente con fichas de barro a cada
persona, ingresando sus productos en el almacén del templo y estableciendo una
cantidad de dinero abstracto en función de las mercancías ingresadas.
Posteriormente,
si estas mismas personas querían otro tipo de productos del templo, se hacía la
transacción inversa.
Para
cada intercambio, se establecía un documento, hecho de barro cocido, con el
nombre del comprador, el del vendedor, la mercancía intercambiada y la cantidad
de unidades monetarias utilizada. Es lo que llamamos «factura-cheque».
Para
intercambios importantes y entre ciudades diferentes, se establecía un sistema
de transporte garantizado, basado en las «bullae». En el carro del
transportista había una bola de barro cocido en el interior de la cual había
unas fichas que representaban los diferentes productos transportados. También
había grabadas las fichas en la superficie de la bola. Al llegar a destino, se
abría la bola y se comprobaba que su contenido coincidía con el del carro.
En
aquella época se producía una pacificación creciente entre las diferentes
ciudades, en parte debido a la inexpugnabilidad de las murallas, en parte
debido a la prosperidad que suponía este sistema de intercambio citado.
La
moneda era un instrumento abstracto que sólo tenía valor en función de una
mercancía realmente existente. Cada intercambio comercial dejaba su rastro
jurídico correspondiente, bajo la forma de tablas de barro.
Todo
ello se vino abajo con la aparición de la moneda anónima de oro, plata, cobre y
bronce. Este otro tipo de moneda, anónimo, concreto e independiente de las
mercancías, permite con mucha más facilidad la corrupción y el soborno.
Con
la aparición de la moneda anónima vino también el advenimiento de la banca
privada, auténtico «poder en la sombra». Y los funcionarios de los templos
cambiaron su vocación y se dedicaron a inventarse las religiones.
A
partir de este momento volvieron los imperialismos.
Las
inexpugnables murallas caían, no bajo los mazazos de unas entonces inexistentes
catapultas y ballestas, sino bajo el soborno de los sitiadores a algunos de los
guardianes.
Posteriormente los traidores sobornados
podían ser discretamente ejecutados y los ocupantes inventarían mitos como los
del «Caballo de Troya» y las «Trompetas de Jericó».
El dinero anónimo seguiría su evolución, hasta convertirse en los modernos billetes de banco y talones anónimos al portador.
Las distintas instituciones políticas creadas para que los ciudadanos se hagan la ilusión de ser protegidos por ellas sufren el acoso de los «poderes fácticos» que sobornan y corrompen políticos, técnicos y jueces.
MONEDAS
BASE Y MONEDAS DÉBILES
Las monedas metálicas pueden ser bien monedas base bien
monedas débiles.
Las monedas base tienen un valor nominal igual al de metal
que contienen.
Las monedas débiles tienen un valor nominal muy superior al
metálico o intrínseco; en este sentido son similares al papel moneda.
Las cecas de muchos países acuñaron monedas de ambos tipos
durante el siglo XIX, pero con el general abandono de base áurea, entre las dos
guerras mundiales, las monedas base fueron retiradas de la circulación en casi todo el mundo.
PAPEL MONEDA
El papel moneda fue introducido por primera vez en China, en
torno al siglo IX, como certificados
convertibles emitidos para el gobierno de la dinastía Tang por los bancos
privados. Respaldado por la potente autoridad del Estado chino, este dinero
conservaba su valor en todo el imperio, evitando así la necesidad de
transportar la pesada plata.
Convertido en monopolio del Estado bajo la dinastía Song, el
papel moneda ha pervivido durante toda la historia china a pesar de las
perturbaciones causadas por los cambios políticos y de que la emisión del papel
moneda no estaba respaldada ni por plata ni por otras reservas.
El papel moneda apareció por primera vez en Occidente en el
siglo XVI, cuando se empezaron a emitir pagarés por parte de los bancos para
respaldar los depósitos monetarios de sus clientes.
Estos medios de cambio proliferaron y las autoridades
coloniales francesas de Canadá utilizaban cartas de juego firmadas por el
gobernador como promesa de pago desde 1685, ya que el envío de dinero desde
Francia era muy lento.
El papel moneda se fue haciendo popular a lo largo del siglo
XVIII, pero seguía siendo dinero crediticio que se emitía para respaldar los
depósitos de oro o plata. El dinero fiduciario, cuando surgió, era normalmente
una medida de urgencia para tiempos de guerra, como los papiros (greenback)
americanos.
En 1.700 en Francia y en Inglaterra se hicieron populares
los billetes de banco, más prácticos para transportar.
En la historia de la moneda hay dos fechas muy importantes:
en 1794 los Estados Unidos de América adoptaro su propria moneda, el Dólar, y
en 1870 el Japón puso un circulación el Yen.
Sin embargo, la moneda más fuerte del siglo XIX era la
Esterlina inglés.
Proprio Inglaterra, en 1816, había introducido el Gold
standard, un sistema monetario en el que todas los billetes de banco podían
intercambiarse por oro.
Este sistema luego fue adoptado también por los otros países
industrializados, porque el valor del oro asecuraba la base comun en el
intercambio entre las diversas monedas.
¿Cómo marcharon las cosas? Inglaterra no tenía bastantes
recursos para financiar sus hazañas bélicas.
Una banca propuso a la reina que él fuese
autorizado a imprimir dinero para prestarlo a el estrado inglés.
La reina aceptó y fijó que los billetes de
banco emitidos por esta banca tuvieran valor liberatorio.
Naturalmente la banca (que luego se volvió
la Banca de Inglaterra) no imprimió sólo monedas para el estado sino aun para
prestarlas a los particulares.
Empezó de esta manera el proceso de
multiplicación de la cantitad monetaria respaldada sólo por créditos de quien
recibía dinero en préstamo.
Tras la segunda guerra mundial, la primacía
económica pasa a los Estados Unidos: termina la época de la convertibilidad en
oro y el Dólar se vulve divisa de referencia. Con los acuerdos de Bretton Woods
(New Hampshire, Estados Unidos) de 1944, se deliberó que sólo el Dólar fuese
convertible por oro y que todas las otras monedas fuesen convertibles por
Dólares.
Este acuerdo ratificó la hegemonía
monetaria del Dólar y los Estados Unidos aprovecharon este poder para emitir
cantidades de Dólares muy superiores al valor de las reservas de oro.
Esta situación terminó en 1971, cuando el
Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, no pudiendo convertir los
Dólares que algunos países habían pedido intercambiar por oro, abolió la (15 de
agosto de 1971) la convertibilidad del Dólar por oro. De entonces, la cantidad
de Dolares emitidos fue desligada del todo de las reservas de oro y el papel moneda
se volvió éste mismo una mercancía, cuyo valor está determinado
exclusivamente por la hegemonía
política, militar y económica de los Estados Unidos.
Entretanto, la Comunidad Económica
Europea ya estaba avanzando para
alcazar un sistema monetario para unir los países de Europa.
LOS TIPOS DE PAPEL MONEDAS
El papel moneda por lo tanto se divide en
moneda creditizia y moneda fiduciaria.
La moneda crediticia es un documento con
que el emisor promete a un gobierno o a un banco pagar el valor equivalente en
metal monetario standard.
La moneda fiduciaria es el papel moneda no
convertible en ningún tipo de metal monetario standard y cuyo valor es fijado
sugún la ley.
Son, de hecho, monedas fiduciarias aun
muchas monedas metálicas en circulación, ya que el valor del material con que
están hechas es generalmente inferior a su valor monetario.
En general los acreedores están legalmente obligados a
aceptar de pago tanto la moneda fiduciaria como la crediticia, que por lo tanto
son denominadas de curso legal.
Si el papel moneda en circulación no es excesivo con
respecto de las necesidades del commercio y de la industria, ésto es aceptado
por toda la gente y adquiere un valor relativamente estable.
Si en cambio el papel moneda es emitido en cantidades
excesivas, se difende un clima de desconfianza y la moneda perde rapidamente
valor.
Tal disminución a menudo es seguida por la devaluación
formal (reducción del valor oficial de la divisa).
La moneda fiduciaria constituye por regla general una medida
de emergencia adoptada en tiempo de guerra, como ha occurrido para el Dólar
americano en papel.
La facultad de emitir papel moneda pasó luego de los bancos
privados a los nacionales.
En el tardío siglo XIX, las caídas del valor del oro
llegaron a la adopción de un régimen monetario áureo internacional, en que
todas las divisas se podían intercambiar por oro.
Muchos gobiernos
suspendieron la convertibilidad de su divisa durante la primera guerra mundial,
y tentativas de introducir de nuevo el
régimen áureo internacional fracasaron tras la Gran Depresión.
La transformación de
las divisas mundiales en monedas fiduciarias, con valores fijados enteramente
por la demanda del mercado, fue terminada con la desligadura del Dólar
estadounidense del oro, en 1971.
BILLETE DE BANCO
El billete de banco
es un papel moneda emitido por un banco. Es una moneda fiduciaria no
convertible de curso forzoso.
MONEDA Y ECONOMÍA
Las funciones de la
moneda, como medio de cambio y
medida del valor, facilitan enormemente el intercambio de productos y servicios
y la especialización de la producción.
Sin moneda, el comercio se reduciría al trueque, es decir al intercambio
directo de un bien por otro, esto era el sistema utilizado en las comunidades
primitivas y aún está practicado en algunas partes del mundo.
En una economía de trueque, un individuo que posee algo por comerciar ha de
encontrar alguién que lo quiera y que tenga algo aceptable por ofrecer a
cambio.
En
una economía monetaria, el proprietario de un bien puede venderlo, ganando
dinero con que podrá, a su vez, adquirir un bien deseado, sin haber de buscar
alguién con que efectuar el intercambio.
La
moneda debe ser considerada por lo tanto un hito de la vida económica moderna.
Desgraciadamente,
igual que en muchos otros casos, lo que fue introducido en calidad de medio de
cambio, luego llegó a ser un objeto de vida para algunas personas.
RÉGIMENES MONETARIOS
La
moneda fundamental de un país, por la que pueden convertirse otras formas de
dinero y que determina el valor de otros tipos de moneda, es denominada moneda
base.
El régimen monetario de una
nación se refiere al tipo de moneda base usada en el sistema monetario.
Los principales régimenes
monetarios modernos son el áureo (gold standard), el de plata y de curso
forzoso.
En
el régimen monetario áureo la moneda de papel circula junto al oro y las dos monedas son
libremente convertibles la una por la otra; una su variante es el régimen
monetario de cambio áureo (gold exchange standard) en que la divisa de papel de
un país está convertible por la de otro país, a su vez convertible por oro. Por
ejemplo, Dínares en Dólares y Dólares en oro.
En
el régimen monetario de curso forzoso los billetes de banco han de ser
aceptados de pago pero no están convertibles en metales preciosos.
Algunos
países utilizaron durante cierto tiempo
el sistema bimetálico, en que circulan dos monedas base, una de oro y la otra
de plata.
El
régimen bimetálico tuvo poco éxito sobre todo por la ley de Gresham según la
cual, la moneda “mala” ( más barata) propende a desechar la “buena” (más
apreciada) de la circulación.
Casi
todos los sistemas monetarios son actualmente sistemas fiduciarios; no admiten
la libre convertibilidad de la moneda y a ésta viene conferido valor por la
ley, en cambio de su contenido nominal de oro y plata.
Los sistemas
modernos vienen también definidos “monedas administradas”, porque el valor de
las unidades monetarias depende en gran parte de la administración
gubernamental y de las políticas económicas.
PROMESA
DE PAGO
En la
actualidad el crédito, es decir el uso de una promesa de pago, constituye un
precioso medio junto a la moneda.
Muchas
empresas utilizan medios de crédito en vez de moneda corriente.
Los
depósitos bancarios de ordinario son incluidos a la estructura monetaria de un
país; la palabra oferta de moneda significa la moneda en circulación, más los
depósitos bancarios.
El valor real del dinero está determinado por su
poder adquisitivo, que a su vez depende de los precios de los productos.
Según la teoría cuantitativa, los precios están
determinados en gran parte o enteramente por la cantidad de moneda en
circulación.
La experiencia ha probado, sin embargo, que
igualmente importantes para originar el nivel de los precios son la rapidez de
circulación de la moneda, y la cantidad de la producción de bienes y servicios.
CURSO
FORSOZO
La
moneda de curso forzoso, es decir todas las actuales monedas emitidas por los
bancos centrales, no están convertibles en el metal que las respaldan.
La
convertibilidad cesó cuando la cantidad de papel moneda emitido superó el valor
del metal precioso que representaba.
A
partir de entonces el valor de la moneda es fijado por el mercado,
prescindiendo del valor real que respalda la moneda.
Una
moneda es tanto más fuerte cuanto más fuerte parece la economía del país en que
está el banco que la emite.
Desgraciadamente,
la fuerza aparente de una economía no corresponde a su fuerza real sino está
originada por otros factores: la potencia bélica del país, su capacidad de gestir
los medios de información, su presencia (hegemonía) en las relaciones de
intercambio.
Estos
factores a menudo originan un valor monetario aparente diferente del valor
real.
Por
ejemplo, el valor aparente (o valor nominal) del Dólar de los Estados Unidos de
America (cuyo valor real de emisión es igual a solos tres céntimos de Dólar) es
muy superior a su valor real.
Si
todos los que tienen Dólares estadounitenses los cambiaran en una sola vez por
bienes, nos daríamos cuenta
de que la cantidad de Dólares en circulación es superior a mil veces el producto interior bruto anual de los
Estados Unidos de America y también es superior al valor de todos los bienes
muebles y inmuebles presentes en el planeta.
En
tal caso, nos daríamos cuenta de que el valor real del Dólar es igual al 3% de
su valor nominal aparente. Sería un desastre: la catástrofe monetaria.
También
el Euro tiene un valor real inferior al nominal pero ciertamente la diferencia
es muy menos considerable que la del Dólar estadounitense.
Sin
embargo, de manera paradójica, por efecto de los otros factores que originan el
valor de la moneda (potencia bélica, hegemonía de los cambios), aunque el Euro
tiene un valor real igual a siete o ocho veces de aquello del Dólar, su valor
de mercado (tipo de cambio) fue incluso inferior y en ciertos momentos no bastó
un Euro para recibir un Dólar.
MONEDA
Y BANCA
Por
efecto del así llamado multiplicador monetario, por cada 100 unidades de moneda
que recibe en depósito, el sistema bancario puede prestar hasta 5.000 unidades
de moneda.
Esto
occurre por efecto de la relación entre reservas obligatorias y depósitos. Para
la mayoría de los bancos la reserva
obligatoria es de 2% de los depósitos.
Cuando
el Banco A recibe un depósito de 100, llega a reserva obligatoria 2 y puede
prestar hasta 98.
Quien
recibe el préstamo de 98 puede imponerlo en el Banco B o darlo de pago; quien
lo recibe de pago lo ingresará en el Banco C.
Cuando
el Banco C recibe un depósito de 98, llega a reserva obbligatoria 1,96 y puede
prestar hasta 96,04.
Quien
recibe el préstamo de 96,04 puede ingresarlo en el Banco D o darlo de pago;
quien lo recibe de pago lo ingresará en el Banco E.
Cuando
el banco E recibe un depósito de 96,04, llega a reserva obligatoria 1,92 y
puede prestar hasta 94,12.
Y
así por el estilo. Por eso, con una reserva obligatoria del 2% de los
depósitos, el sistema bancario puede conceder préstamos hasta 50 veces del
valor de los depósitos, es decir 5.000 de préstamos por cada 100 de depósitos.
Así,
el sistema bancario puede crear moneda del valor de 49 veces del valor de la
moneda emitida por el banco central.
De
esta manera, el banco origina no sólo el nivel de desarrollo de una economía
sino también el destino de los recursos y de la riqueza, ya que decide a quien,
porque y a cambio de que prestar dinero.
Y
puesto que en una economía de mercado la ganancia por lo general es
proporcionado a los medios y a los recursos empleados, es el banco, y no el
sistema de las empresas, que decide quien debe ganar más y quien debe ganar
menos.
No
importa cual sea el gobierno de un país y cual política económica quiera
promover.
El
banco es capaz, a solas, de originar las relaciones económicas de cualquier
país prescindiendo de quien lo gobierna. Lo importante es que pueda emitir
moneda y que pueda prestarla, a los estados como a los particulares.
DHANA
Para
realizar uno de los objetos fundamentales de la República de la Tierra, es
decir la redistribución de la riqueza, fue emitida Dhana.
Dhana
es la moneda de la República de la Tierra.
La
base monetaria de Dhana no se compone por metales preciosos, por otras divisas,
por créditos o por títulos públicos sino sólo por capitales de empresas que
producen bienes o servicios.
Adam
Smith, que negaba decididamente las conclusiones proteccionistas del
pensamiento mercantilista, subrayó que la riqueza no estaba formada por metales
preciosos, sino por materiales que éstos podían comprar.
Dhana
es lo que las otras monedas querrían ser: un medio de cambio que representa
valores económicos reales existentes.
Dhana
es una moneda universal que puede ser utilizada como medio de cambio en todo el
mundo.
Los
primeros seis millardos de Dhana fueron respaldados por un capital de 150
millardos de Euros, una Dhana por 25 Euros.
A
cada habitante del planeta que participa en la República de la Tierra se
asignan 100 Dhana.
En
junto está prevista la emisión de casi 450 millardos de Dhana: 100 Dhana por
cada uno de los 4,5 millardos de habitantes de la Tierra que participan en los
cambios.
Con
el crecimiento de la población luego serán emitidos otras Dhana de manera que
asegurar siempre 100 Dhana por cada habitante del planeta.
CARACTERÍSTICAS
DE DHANA
Dhana
es emitida en moneda física, electromagnética y telemática.
Dhana
en moneda física es un papel moneda dotado de todos los sistemas de securidad
conocidos en la actualidad, por lo cual es difícil falsificarla.
Dhana
en moneda electromagnética es registrada en una pequeña caja electromagnética
denominada Gandhana con la cual se pueden efectuar pagos y recaudaciones hasta
una distancia de algunos metros de quien tiene otra Gandhana.
Dhana
en moneda telemática es administrada a través de una cruenta corrente
registrada en Internet (www.dhana.org).
Dhana se divide en mil Kana-Dhana y es emitida en los
billetes de a 1, 5, 10, 50, 100 Dhana y de a 1, 5, 10, 25, 50, 100, 250, 500
Khana-Dhana.
Dhana
es una revolución monetaria. Ésta reconduce
la moneda a su función originaria de medio de cambio.
En
lugar de tener una base monetaria metálica, Dhana tiene una base monetaria de
producción.
Tres
razones desaconsejaron respaldar Dhana con metales preciosos.
Ante
todo la dificultad y la inutilidad de convertirla en metal precioso, porque la
función de la moneda debe ser la de medio de cambio y de unidad de medida del
valor y no de atesoramiento de riqueza.
En
segundo lugar, la cantidad de metal precioso que sería necesaria para respaldar
la emisión de 450 millardos de Dhana (11.250 millardos de Euros) no está
disponible en el planeta y de todas maneras sería tal como para provocar la
reducción de precio de los metales, provocando un colapso de todas las otras
monedas.
La
tercera razón es que, si esto es verdad como es verdad que una moneda vale por
lo que representa, se pensó que los bienes más adecuados a respaldar el valor
de Dhana y su revaluación en el tiempo son las cuotas de capitales de empresas
de producción.
Cada
Dhana emitida es, en efecto, totalmente respaldada por capitales de empresas de
producción y es convertible en cuotas de capitales que la respaldan.
Prescindiendo
de su valor de mercato (tipo de cambio), cada Dhana tiene un valor real igual a
su valor nominal ya que representa
valores materiales existentes.
El
valor de emisión de una Dhana es de 25 Euros, casi 28 Dólares al cambio actual.
En
realidad, si consideramos el valor real (el respaldado efectivamente) de estas
dos monedas, el valor de Dhana es muy superior.
El
valor real de una Dhana es igual al valor real de casi 100 Euros (respaldados
al 25%) y de más de 800 Dólares estadounitenses (respaldados al 3%).
Por
lo tanto el valor de mercado de una Dhana es de casi 25 Euro a la emisión pero
propenderá a aumentar poco a poco mientras esta moneda se utilizará.
Naturalmente
nadie querrá cambiar Dhana por otras monedas sino sólo por bienes y servicios,
bien sabiendo que la relación de cambio entre Dhana y todas las otras monedas
está destinada a aumentar.
Manteniendo
estancadas las cantitades de emisión programadas, Dhana se revaluará en la
misma proporción en que se devaluarán las otras monedas.
PORQUÉ
DHANA?
Podríamos
preguntarnos porqué en lugar de emitir una nueva moneda no se pensó distribuir
a cada habitante del planeta un valor proporcional en otras monedas, Dólares,
Euros o Yen.
La
respuesta es simple.
Primero,
distribuir en partes iguales las actuales divisas significaría inducir los
bancos centrales a emitir ulterior moneda provocando una devaluación sin
alternativas.
Segundo,
utilizar las actuales divisas significaría perpetuar los actuales sistemas
monetarios, que se basan en valores aparentes.
Tercero,
el actual sistema monetario internacional está subyugado por pocos países, y
especialmente por los Estados Unidos, que hacen pagar su supremacía y su
bienstar a todos los otros pueblos.
¿Cómo
hacen? Emitiendo Dólares para adquirir bienes en el extranjero (dado que en los
Estados Unidos se consuma más de lo que se produce) y para sostener los gastos
públicos (la deuda pública americana pertenece casi enteramente a individuos
forasteros).
Es
justamente para interrumpir y superar este proceso que fue emitida Dhana, que
debe ser la moneda de toda la gente, de quien trabaja, produce y consuma y de
quien no puede tacerlo, y no de quien la emite.
Dhana
tiene que generar un nuevo sistema monetario universal que asegure una
distribución equitativa de los recursos y de la riqueza, cancelando las prerrogativas
y las hegemonías originariamente conquistadas con la fuerza.
POLÍTICA
MONETARIA
La
política monetaria consiste en el control de la cantidad de moneda en
circulación, para evitar que una cantidad en exceso provoque una devaluación
monetaria y un crecimiento de los precios o que una cantidad en falta
imposibilite la adquisición de los bienes de consumo y luego la satisfacción de
las necesidades.
Con
Dhana no servirá más ninguna política monetaria. Dar 100 Dhana a cada habitante
de la Tierra significa poner en circulación casi 450 millardos de Dhana, por el
valor necessario a los cambios no s´plo actuales sino también futuros.
En
efectivo, cuando el efecto de Dhana en las economías de todo el mundo se
cumplirá, con el crecimiento de la producción y de la riqueza aumentará el
valor de Dhana, y la consecuencia será que si hoy para comprar una cosa sirven
cinco Dhana, mañana servirán cuatro, luego tres y así por el estilo hasta que
la unidad de medida monetaria real se volverá el submúltiplo de Dhana, la Kana-Dhana,
igual a un milésimo de Dhana.
DHANA
Y LAS OTRAS MONEDAS
Dhana
es el medio para redistribuir la riqueza.
Dhana
riconduce la moneda a su función originaria de medio de cambio y de trueque
igual que bienes útiles con un título que representa otros bienes útiles.
Dhana
no incide en la propriedad. La asignación de las 100 Dhana no requiere ninguna
remuneración, fuera del reembolso del coste de emisión, diverso para cada país,
en proporción a la riqueza media de sus habitantes. Los proprietarios de bienes
muebles y inmuebles y de cualquier otro valor pueden quedarse tranquilos.
Dhana
representa el inicio y no la finalización de un nuevo proceso de relaciones
económicas, el “cebador” de una nueva concatenación que no empobrece los ricos
y reduce la pobreza de los más pobres.
Los recursos para las sucesivas emisiones
serán puestos a disposición por empresas que fueron constituidas y
administradas con el único objeto de producir riqueza para respaldar esta nueva
moneda.
Las
empresas que respaldan Dhana son de propriedad de particulares y de fundaciones
que han entendido la necesidad de poner a disposición de quien trabaja, produce
y consuma un nuevo medio de medida del valor y de cambio.
Estos
sujetos aceptaron privarse de la posesión de valores considerables.
Ellos
supieron reconocer la diversidad entre propriedad y posesión. Se han quedado
proprietarios de sus valores pero han renunciado a su posesión.
Cambiar
bienes por las otras monedas, sobre todo por Dólares, significa recibir una
pieza de carta con un valor real muy más bajo que lo que parece.
Cambiar
bienes por Dhana significa recibir un medio de pago que representa un valor
superior al precio del bien cambiado.
SENCILLEZ
Alguién
podría considerar Dhana y el nuevo sistema monetario que ésta origina como una
hipótesis simplista.
No
es así. No se debe confundir sencillez con simplismo.
Las
cosas más simples siempre son las más verdaderas.
Leyendo
los artículos del acuerdo que vincula al sistema monetario internacional (Articles of Agreement of the International Monetary
Fund) todos los países que adhieren al FMI (Fondo Monetario Internacional) uno
se da cuenta de cuanto sean difíciles, complicadas, complejas, arduas,
abstrusas, enigmáticas, enredadas, a veces incomprensibles y herméticas las
normas y las cláusulas establecidas.
¿Porqué
fueron redactadas así? Primero, para asegurar la hegemonía de quienes
propusieron el FMI. Segundo, para poder tener siempre razón. Tercero, para
impedir la difusión del conocimiento de los mecanismos monetarios.
Dhana
es un medio simple, elemental, sin complicaciones o dificultades, fácil de
entender y de usar.
Esto
no significa que quien la propone sea inexperto y no conozca aún los hombres y
las dificultades del mundo y tampoco que sea un ingenuo, estúpido y crédulo sin
juicio. Máxima sencillez y llaneza son el resultado de una gran complejidad.
Para
elaborar una propuesta elemental, fácil, casi obvia, evidente, clara, patente,
manifesta y expedita y para poderla presentar de manera sobria, esencial,
moderada, desenvuelta, suelta y natural fueron precisos años de estudio y un
gran empeño para dimostrar a muchas personas la necesidad de adoptar este
medio.
Simplismo
significa manera demasiado simple y superficial de razonar, significa algo
genérico, exterioridad, apariencia.
Con
Dhana en cambio se puso atención en la esencia, a la substancia, bien sabiendo
que inventar de nuevo la realidad es casi imposible pero se puede tacerlo si no
es para sí mismos.
Obstáculos
Naturalmente
habrá recelo y sobre todo indiferencia.
El
racelo de la ignorancia y el del miedo. La indiferencia de la satisfacción y la
de la inconsciencia. El racelo y la indiferencia de quien finge pensando
hacerlo todo por su interés.
La
lógica enseña que de una premisa justa deriva una conclusión justa.
A
veces aunque la premisa es justa no es válida y la conclusión es igualmente
justa pero no válida.
Cogito
ergo sum. Pienso por lo tanto soy, existo. La premisa y la conclusión son
justas.
¿Pero son también válidas? ¿La conclusión es
siempre válida?
Lo
es para quien tuvo la fortuna de nacer donde hay recursos y medios para
nutrirse, curarse, conocer, informarse, trabajar, producir y desarrollarse,
donde esiste al menos una aparencia de libertad y democracia.
No
lo es para quien nace para sufrir, sin la posibilidad de poder luchar para
resolver no sólo sus deseos sino ni sus necesidades esenciales. Para ellos
“ser” no es más válido que para un cualquier otro animal de cañón, destinado a
ser medio de la satisfacción de las necesidades y deseos de otros animales.
La
validez de un argumento se debe distinguir de la verdad de la conclusión.
Naturalmente
si una o más premisas son falsas, la conclusión de un argumento válido debería
ser falsa. Por ejemplo la locución “Todos los mamíferos son cuadrúpedos (es
falso), todos los hombres son mamíferos, en consecuencia, todos los hombres son
cuadrúpedos” es un argomento válido con una conclusión falsa (porque es falsa
la premisa).
Por
otro lado, como hemos visto, una consideración no válida podría tener,
casualmente, una conclusión justa: “Algunos animales son bípedos; todos los
hombres son animales; en consecuencia, todos los hombres son bípedos” que es
una consideración no válida con una conclusión justa.
La
validez lógica depende, luego, exclusivamente de la forma de la consideración y
no de su contenido.
Emisión
Todas
las otras monedas actualmente son emitidas por bancos centrales autorizados por
los estados nacionales. La cantitad de moneda emitida depende de las exigencias
de los consumos.
Dhana
es emitida directamente por la República de la Tierra, luego por un gobierno y
no por un banco.
Se
consideró que 450 millardos de Dhana, por valor de emisión de 11.250 millardos
de Euros son bastantes a las necesidades de moneda pra todos los cambios a
nivel mundial.
Considerando
que en el total de todos los cambios toman parte casi 4,5 millardos de
habitantes del planeta, se decidió asignar 100 Dhana para cada uno de ellos.
Con
la adopción de la nueva moneda europea fueron emitidos casi 650 millardos de
Euros para casi 250 millones de personas adultas que viven en los países de la
Unión Monetaria Europea.
Cada
persona tendrá a disposición en término medio casi 2.500 Euros.
El
contravalor de emisión de 100 Dhana es de 2.500 Euro.
No
están previstos otras emisiones a distribuir entre los habitantes de la Tierra,
fuera de las necesarias a consecuencia del crecimiento de la población.
Se
podrán hacer otras emisiones sólo para destinarlas a particulares iniciativas
humanitarias.
La
adopción de Dhana provocará un crecimiento de la producción.
El
crecimiento de la producción provocará el crecimiento del valor de Dhana y la
contextual reducción de los precios al consumo.
El
crecimiento del valor de Dhana consentirá luego enfrentar los crecimientos de
los consumos sin emisión de nueva moneda.
Se
podría preguntar: “Si Dhana está respaldada con un valor representado por otra
divisa (el Euro), y dado que el Euro tiene un valor real inferior al nominal,
también Dhana tiene un valor real inferior al nominal”.
No
es así. Dhana está respaldada por un capital especificado en Euros como unidad
de medida del valor y no como medio de cambio.
Hagamos
el ejemplo de la gallina y de los huevos.
El
precio de un huevo es originado por la relación entre la demanda y la oferta de
huevos y el precio de la gallina es originado por la cantitad de huevos que la
gallina produce y por cuanto cuesta haerla producir.
Supongamos
que el precio de una gallina para huevos sea 25 Euros y el de un huevo sea 25
Eurocent.
25
Euros equivalen a una Dhana y 25 Eurocent equivalen a 10 Kana-Dhana (si una
Dhana vale 25 Euro, es decir 2.500 Eurocent, y una Dhana se divide in mil
Kana-Dhana, una Kana-Dhana vale 2,5 Eurocent y 25 Eurocent valen 10
Kana-Dhana).
Dividiendo
el precio de 25 Euros de una gallina con el precio de 25 Eurocent de un huevo,
se obtiene 100. Prácticamente, el precio de una gallina equivale a 100 veces
del precio de un huevo (25 Eurocent).
Una
gallina luego se podría cambiar por 25 Euros o por 100 huevos.
Gallina
y huevos tienen un precio especificado en Euros, luego la unidad de medida de
su valor es el Euro. No obstante, uno es cambiar una gallina por 25 Euros y
otro es cambiarla por 100 huevos.
En
el primer caso la unidad de medida del valor (Euro) equivale al medio de cambio
(Euro); en el segundo caso en cambio la unidad de medida de valor es el euro
pero el medio de cambio son los huevos. Los huevos tienen un valor real
equivalente al precio originado por la unidad de medida de valor en Euros, en
cambio el Euro tiene un valor real inferior a su valor nominal. Y así occurre
para todas las otras monedas.
El
ejemplo explica la diferencia entre medida del valor y medio de cambio.
Veamos
ahora la diferencia entre Dhana y las otras monedas en el tiempo.
¿Qué
occurriría si, por efecto de un mejor criadero, aquella gallina duplicara el
número de huevos producidos sin el crecimiento del coste para hacerla producir?
Se aumentaría la cantidad de moneda a poner a disposición para adquirir más
huevos al mismo precio de antes, mientras el precio de la gallina duplicaría de
25 a 50 Euros. En consecuencia, aquella gallina se podría cambiar por 200
huevos.
Con
Dhana occurre lo contrario. Quedandose fijo el precio de moneda en circulación,
con la duplicación de los huevos ofrecidos el precio del huevo se reduce a la
mitad, de 10 a 5 Kana-Dhana por huevo), ahora con una Dhana se compran 200
huevos. Se queda invariado el precio de la gallina: una gallina por una Dhana,
200 huevos por una Dhana, una gallina por 200 huevos. En consecuencia, el valor
del poder adquisitivo de Dhana con respecto de los huevos está duplicado porque
el precio de los huevos se redució a la mitad.
Dhana
equivale a los huevos. La medida de su valor fue calculada en Euros (se habría
podido calcolar en Dólares, Yen o otras monedas) pero su valor real es superior
al valor real de la moneda que sirve de unidad de medida de su valor.
Respaldo
Todas
las otras monedas están respaldadas (parcialmente) por oro, divisas (es decir
otras monedas), créditos y títulos (públicos).
Para
financiarse, los estados emiten títulos y los dan a sus bancos centrales de los
cuales reciben como préstamo monedas emitidas por los proprios bancos
centrales.
Las
reservas áureas cubren menos del 15% del valor de las monedas emitidas.
Por
dos razones no es posible respaldar Dhana con oro.
En
primer lugar porque no hay una cantidad de oro suficiente.
En
6.000 años fueron sacados casi 135.000 toneladas de oro fino (24 quilates). El
precio del oro es de casi 400 Dólares por onza. Una onza Troy equivale a
31,1034807 gramos. Por lo tanto el precio del oro es de casi 13 Dólares por el
gramo, 13.000 Dólares por el kilogramo, 13 millones de Dólares por tonelada.
Las 135.000 toneladas de oro sacado en junto valen casi 1.755 millardos de
Dólares americanos.
El
precio en Euros es de casi 12 Euros por gramo, 12.000 Euros por el kilogramo,
12 millones de Euros por tonelada, 1.620 millardos de Euros por 135.000
toneladas.
Se
acuerda que las reservas áureas de los bancos centrales son casi 21.000
toneladas de oro fino. A finales de 2000 las toneladas de oro fino que respaldan
las principales divisas eran: Estados Unidos 8.137 toneladas, Alemania 3.469,
Suiza 2.419, Francia 3.025, Italia 2.452, Países Bajos 912, Bélgica 258, Japón
764, Suecia 185, Canadá 37.
El
valor de todas las reservas áureas de los bancos centrales es de casi 273
millardos de Dólares americanos, equivalentes a casi 252 millardos de Euros.
Sólo
los primeros seis millardos de Dhana emitidos fueron respaldados por un capital
de 150 millardos de Euros.
Si
los primeros seis millardos de Dhana emitidos hubieran sido respaldados
enteramente por oro, habría sido necesario una cantitad de oro igual al 59,5 %
del total de todas las reservas áureas con las cuales están respaldadas todas
las otras divisas.
Para
respaldar enteramente con oro los previstos 450 millardos de Dhana
(equivalentes a 11.250 millardos de Euros) serían necesarias 937.500 toneladas
de oro fino, más de seis veces de la cantidad de oro sacado en seis mil años.
La
segunda razón que impide respaldar Dhana con oro es debido al hecho que tal
cantidad, aunque estuviera disponible, provocaría una disminición del precio
del oro.
A
una mayor cantitad disponible correspondería, de hecho, una reducción
proporcional del precio del oro y luego del valor del respaldo.
La
misma reflexión tiene validez también para los respaldos de otras divisas o de
bonos del estado.
Dado
que todas las divisas están respaldadas más o menos de la misma manera, la
divisa de reserva que respalda una moneda tiene un valor real muy inferior al
valor nominal.
Los
bonos del estado que respaldan las monedas son emitidos por estados con
balances pasivos que todos los años producen pérdidas y, ya que los títulos
públicos están representados por el dinero que se recibe como préstamo, el
mismo valor real de los títulos siempre resulta inferior a su valor nominal.
En
sustancia, las otras monedas están respaldadas (por oro, divisas, títulos y
créditos) por un máximo del 25% de su valor nominal hasta un mínimo del 3%, en
cambio el valor de emisión de Dhana está respaldado por el 100%, no por oro o
otros metales preciosos sino por capitales de empresas.
Y
así será en el futuro porque no se emitirán otras Dhana además de las 100 por
cada habitante de la Tierra y el crecimiento del valor de Dhana será efecto del
crecimiento proporcional del valor del capital de las empresas que la
respaldan.
Convertibilidad
Hoy
ninguna moneda es convertible por los bienes que la respaldan, porque la
cantidad de moneda emitida – y más aquella en circulación – tiene un valor
nominal superior al valor de los bienes que la respaldan.
Dhana
es convertible en cualquier momento por cuotas de capitales que la respaldan,
así como las mismas cuotas de capital en cualquier momento son convertibles por
Dhana.
Autonomía
Actualmente
las monedas son medios de política monetaria.
Las
autoridades que la emiten deciden la cantidad a emitir en base a las
condiciones económicas de los países en que las monedas son emitidas.
Dhana
no necesita ninguna autoridad de control.
Como
el valor de Dhana dependerá del desarrollo de la producción y no de la cantidad
de Dhana emitidas, así los consumos serán proporcional a la producción y luego
al valor de Dhana.
Valor
Las
otras monedas tienen un valor real inferior a su valor nominal (unidad de
medida del valor) y a su valor aparente de mercado.
Dhana
es emitida por un valor real exactamente equivalente a el nominal y en futuro
el valor real y aquello de mercado serán superiores a su valor nominal,
justamente porque el valor de emisión de Dhana equivale a una unidad de medida
de valor (Euro) que representa un valor superior al valor real de la propria
unidad de medida.
Renta
Todas
las otras monedas se prestan con un interés.
De
esto deriva el caracter especulativo de todas las monedas.
El
interés es la remuneración de un riesgo y también un sistema de contención de
la caída de valor de la moneda por efecto de su devaluación.
Por
esto el interés que los bancos reconocen a los ahorradores está proporcionado a
la tasa de inflación.
Dhana
no produce intereses porque no es hecha para la especulación.
Quien
la ahorra no debe temer ninguna devaluación sino puede contar con una constante
revaluación.
Quien
la presta no corre ningún peligro porque en cualquier momento puede convertir
sus créditos en Dhana por cuotas de capital que la respaldan.
Naturalmente
será necesaria una autorización al préstamo, para evitar que vengan prestadas
Dhana a quien no podría devolverlas nunca.
PRESENTE
Y FUTURO
Todos
los actuales sistemas monetarios tienen el mismo origen y son el resultado de
una concatenación basada en la ley del más fuerte.
El
más fuerte se aproprió de los recursos e impuso sus ideologías, entre las
cuales la monetización y por lo general la marcha de las relaciones económicas
y de los cambios.
Como
todo, también los sistemas monetarios tuvieron un inicio y tendrán un fin.
Los
libres economistas de todo el mundo previeron de un tiempo a esta parte el fin
de los actuales sistemas monetarios y en aquel momento no tendremos sólo una
catástrofe monetaria sino también una catástrofe económica.
La
misma cosa ocurrió con el medioambiente. Desde hace decenios los científicos
ponen en guardia sobre los efectos de las actividades humanas sobre el clima y
sobre la atmosfera.
Decían
algo lógico y no obstante se quedaban desoídos.
Hoy
el agujero de ozono es una realidad dramática, la contaminación del agua y del
aire también.
La
insensibilidad de los que gobiernan y su impotencia con respecto de estos
problemas representan toda la incosciencia y la irresponsabilidad del poder,
más dirigido a mantener y consolidar si mismo y quien quiso el actual sistema
de relaciones humanas, del cual son el producto y el medio, que a los problemas
reales y concretos del conjunto de la humanidad.
Normalmente
a cada crisis se sigue una forma de renovación aparente.
Si
no se eliminan o superan las causas originarias de las crisis, éstas se
repetirán. El mundo adelantará lo mismo pero ¿qiuén soportará el coste de eso?
Siempre los más débiles, naturalmente.
En
esta situación “crónica”, Dhana representa un acto de ruptura y junto de
altruismo y de valor, volviendo a partir de comienzo.
No
a través de una teoría al término de la cual se vislumbre una aparente
modificación sino a través de una selección que rompe con el pasado y lleva
inmediatamente la modificación.
Se
podría objetar que, puesto que no somos todos iguales, dividiendo cierta
cantidad de moneda en partes iguales se corre riesgo que en poco tiempo sólo
algunos inviertan y produzcan nueva riqueza mientras todos los otros podrían
consumirla.
Es
verdad. Hay este riesgo. Habrá quien seguirá el instinto de satisfacer
necesidades y colmar deseos sin producir. Habrá quien consumirá la riqueza
recibida sin trabajar.
Pero
la emisión de Dhana no se propone eliminar las diferencias o limitar la
libertad de los habitantes de la Tierra.
Dhana
se propone asegurar a todos las mismas condiciones de partida o al menos
condiciones suficientes para desempeñar su función de ciudadanos del mundo.
Entretanto
hagamos esta selección, que nunca nadie hizo en los últimos diez mil años.
Luego
veremos. Veremos si quien recibe 100 Dhana, sabiendo que no recibirá otras de
éstas, gastará sin trabajar y sin producir. Veremos si Dhana será utilizada
para adquirir armas y droga o medios de producción, información, cultura,
conocimiento y todos aquellos bienes materiales y inmateriales que sirven a
cada ser humano para resolver sus problemas de vida y de desarrollo.
Y,
aunque a esta revolución monetaria y económica no se siguiera una revolución de
las consciencias, en todo caso pondríamos a todos en las condiciones de poder
vivir y de poder luchar por su propria felicidad.
No
se puede impedir un suicidio. Pero el suicidio es un acto de desesperación provocado por un malestar grave y
considerado irreversible.
Eliminar
la desesperación significa incidir en las causas del suicidio.
Esconderse
detrás de consideraciones como la que dice que no se da el pescado a quien
tiene hambre porque una vez que ha comido un pescado él quiere otro o la que
dice que el perro muerde la mano de quien le dio de comer, significa rendirse,
un poco con cobardía, a una historia de la cual resulta que no se hizo nada
para enseñar a pescar y para hacer comprender al perro que una mano no es
comestible.
Por
otro lado, Dhana no es una limosna sino un nuevo sistema monetario que puede
incidir radicalmente en las relaciones económicas.
Por
una vez, hacemos algo ciertamente nuevo. No en el jardín de nuestra casa, no en
una ciudad o en un país, sino en el entero planeta.
Veremos
si pueblos de muchos países y de enteros continentes aún necesitarán la tutela
de los bancos, del gran poder financiero, de los estados que aseguran este
poder y de sus armas, o si sabrán arreglarse solos.
REPÚBLICA
DE LA TIERRA
Dhana
es la nueva moneda de la República de la Tierra.
¿Cuáles
son los objetos de esta república que se propone como gobierno mundial de todos
los habitantes del planeta?
Ahí
los tenemos.
Libre
y pacífico desarrollo democrático. Libertad y paz son caras de la misma
medalla. Libertad de pensamiento y libertad de acción constituyen, en efecto,
los elementos de los cuales tiene su origen la paz, entendida como equilibrio
armónico entre individuos que se enfrentan constantemente sin conflictos.
Volver
a partir desde el principio en las relaciones humanas (con reglas nuevas de que
nacen comportamientos nuevos). Tanto las reglas como los comportamientos de hoy
son el resultado de causas originarias que seguirán provocando los efectos a
los cuales estamos acostumbrados hasta que estarán eliminados.
Libertad,
que sea garantizada por reglas precisas, según posiciones éticas (Kant) que
reconocen la fundamental aspiración del ser humano en la libertad del
individuo, la que, si no es demostrable en el marco científico, no obstante es
lícito de la vertiente moral. Libertad considerada esencialmente como autónoma,
es decir como capacidad de nuestra voluntad de legislar racionalmente y por sí
sola en marco moral.
Democracia
efectiva y decisiones democráticas, sin las bien conocidas secretas
manipulaciones de los sistemas electorales.
Paz
duradera en todo el planeta, también a través de la desmilitarización de todos
los estados.
Desarrollo
y redistribución de la riqueza en el planeta. Dhana y un conjunto de proyectos
relacionados con la alimentación, la salud, el desarrollo de nuevas empresas,
la securidad y los grandes problemas de hoy, como el del agua y del clima,
consentirán construir un futuro más hermoso y más justo, con la máxima
solidaridad posible.
Hacer
cesar los extremos de fundamentalismo tanto religioso como de otra naturaleza,
liberando los sentimientos de los dogmas, de los falsos motos y de las
doctrinas que predican el bien y dan trigo.
Son
propuestas cosmopolitas. ¿Qué significa? El cosmopolitismo es una cultura que
sostiene que el hombre pertenece al mundo, en una visión que supera la la
discriminación de raza, de etnia o nación. En la edad helenística ésto fue un
elemento distintivo de las escuelas filosóficas cínica y estoica. El concepto
fue retomado por los ilustrados, que anhelaron la instauración de un orden
universal basado en la ley de la naturaleza y no en en las diferenciaciones
históricas. Y las leyes de la naturaleza prueban la coexistencia de identidad
entre condiciones objetivas y diferencias subjetivas.
Al
concebir la República de la Tierra y su moneda, partimos de la realidad de los
últimos diez mil años que conocemos, de la historia y no de mitos, fantasías o
leyendas. Partimos de hechos concretos, reales.
El
eje alrededor del cual gira el mundo no puede ser un estado, un grupo de
estados y tampoco una organización formada por todos los estados sino un
gobierno democráticamente elegido por todos los habitantes del planeta.
¿Quién
habló de república y de gobierno mundial?
Es
de Cicerón el mérito de haber definido de manera clara el concepto de
república, entendida “no como cualquier conjunto de hombres, sino como un
conjunto de personas unidas por el consenso dado a las leyes y por un interés
común”.
En
ésta asumían un papel principal las virtudes ciudadanas, que se manifestaban
con la participación en la vida pública, y las virtudes morales.
Según
Platón los medios que deberían formar los gobernantes filósofos son un régimen
de propriedad comunista y un específico sistema de educación.
Es
una visión holística (del griego holos : un todo junto) de la historia y de los
individuos que la crearon.
Einstein
afirmaba que “la única salvación para la civilización y la especie humana
reside en la institución de un gobierno mundial, de manera que la securidad de
las naciones esté fundamentada en la ley”.
Platón,
Cicerón, Einstein, de Béthene, Penn, el abad Saint Pierre, Montesquieu,
Rosseau, Kant, Singer, Niels, Tamames, Berlinguer, Gorbaciov, Palme,
Luther King, Bobio y muchos otros ilustres personajes indicaron el gobierno
mundial como solución para las injusticias y los conflictos.
Hoy
los estados deben afrontar una situación que pone en tela de juicio su propria
legitimidad y existencia.
La
globalización de la economía, los movimientos migratorios, la difusión de la
información concurren a limitar la acción de los estados.
A
esta evolución del panorama internacional corresponde el origen de
instituciones que ponen en evidencia funciones típicas de los estados, mientras
que en algunas áreas se desarrollan proyectos de integración, como en el caso
de la Unión Europea, entendida por algunos como alternativa al estado nacional
y por otros como evolución hacia nuevas y más grandes entidades estatales.
Los
personajes que hablaron de gobierno mundial hasta ahora imaginaron que los
estados se reúnen en una única confederación planetaria.
Desgraciadamente,
semejante iniciativa, siempre que fuese querida, no podría incidir en el
proceso de las relaciones humanas, porque sería expresión de los proprios
sistemas políticos que produjeron la situación actual, sistemas que aspiran a
consolidar y perpetuar a sí mismos.
A
ver qué produjeron instituciones internacionales como las Naciones Unidas, el
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la FAO, la Organización
Mundial del Comercio.
¿Menos
pobreza en el planeta? ¿Más justicia? ¿Ya no hay guerras? ¿Y la salvaguarda del
medioambiente?
¿No
era posible hacer más? Por cierto ninguno lo hizo. Los tres hombres más ricos
de la Tierra tienen más riqueza que los 46 países más pobres del mundo.
Decenas
de millones de personas, muchos niños (los más débiles) siguen muriendo de
hambre y por enfermedades curables pero no curadas porque faltan los recursos
para adquirir los fármacos necesarios.
Hambre,
armas, droga, guerras, blanqueo son antiguos males no resueltos. No porque no
sean curables sino porque para algunos sirve que sea así. Son males
preordenados, queridos.
Lo
nuevo tiene que partir del bajo, de la gente, de los ciudadanos del mundo.
Hasta
ahora, han hablado de gobierno mundial como de una entidad fundada por los
estados. Y en cambio, un gobierno mundial efectivamente democrático no puede
estar fundado por los estados sino tiene que partir del bajo, de la gente.
Para
hacerlo, son precisos ideas, recursos, organización.
Las
ideas presentadas por la República de la Tierra en su Constitución corresponden
a las esperas de todos los habitantes y de todos los pueblos de la Tierra.
Los
recursos son puestos en disposición por quien tuvo la suerte de poder producir
riqueza y son administrados por quien tuvo el encargo de orientarlos hacia el
cambio histórico de los actuales sistemas.
La
organización tendrá que formarse espontáneamente a través de los participantes
en este medio (porque se trata de un medio) en la medida en que se
concienciarán de la realidad y tendrán confianza en sus forzas.
¿Hace
falta publicidad? ¿Propaganda? No debe hacer falta. Si una idea es buena y
existen los medios para llevarla a la práctica los interesados la aceptan.
Existen
problemas políticos y problemas económicos. Con la República de la Tierra y
Dhana se quiere afrontarlos. Pero hay también un límite moral que siempre nos
tiene que guiar, aun cuando nos parece que nuestra solución sea la mejor. Otras
veces en la historia las cosas marcharon diversamente y hemos visto los
resultados. Terribles.
Las
soluciones no deben ser impuestas a toda costa. Utilizando personas como las
que apoyan los sistemas actuales se podría obtener la rápida adhesión de
millardos de personas a estos dos medios.
Con
una operación de marketing como las que se usan normalmente para obtener
consenso sería posible hacer una sorta de “ataque ralámpago” a lo existente
para transformarlo en otro. Los recursos no faltan. Bastaría con utilizar una
minúscula parte de lo que fue destinado a objetivos de producción.
Pero
fue hecha una elección diversa, la elección de hacer lo que se considera justo
tanto desde el punto de vista ético como desde el moral. Y se considera justo
que las personas son libres para elegir.
Sólo
de esta manera se puede formar el autocontrol, la toma de conciencia de la
realidad.
Tendremos
que informar, eso sí. Vamos a dar todas las informaciones necesarias en todos
los idiomas y con todos los medios de comunicación.
Siempre
recordamos una frase del filósofo danés Soren Aabye Kierkergaard (Copenaghen
1813-1855) que dice más o menos: “Si algo se puede hacerlo, es útil y justo
hacerlo, no obstante no se lo hace es porque no se lo comprendió
bastantemente”.
Se
espera en cambio no tener que defenderse de actos irreflexivos.
La
República de la Tierra y su moneda fueron concebidas y presentadas de absoluta
buena fe, con sinceridad, adoptando las reglas del derecho internacional y las
normas de los países en los que se cumplieron las operaciones necesarias para
promover estos medios.
Conceptos,
métodos y técnicas fueron conjugados con medios operativos.
Ninguno,
tampoco quien ideó estas propuestas ya sería capaz interrumpirlas o pararlas.
Bien consciente de este hecho quien ideó pensó también en su securidad. No
habiendo hecho nada mal no tiene miedo de ningún Ecelon, más bien no conoce
justamente el miedo.
Sin
embargo, siguiendo el consejo de Cristo “Sed puros como palomas y prudentes
como serpientes (Tomás, verso 39), se empeñó conocer los métodos y los medios
de quien es “capaz de todo”.
Pacíficamente,
sin violencia y sin locuras, las ideas podrán ser objeto de evaluación y de
enfrentamiento y ninguno tendrá que estar peor que antes. Acciones
irreflexivas, dictadas por la molestia, por el miedo o por la ansia, no harían
otro sino acelerar un proceso y los efectos de tal aceleración influirían sobre
todo en quien quisiera usar la fuerza. Tanto sobre los actores como sobre los
mandantes.
Sería
el precio de la última injusticia.
Texto
del 10 de enero de 2003, revisado el 22 de septiembre de 2003.
Rodolfo
Marusi Guareschi